segunda-feira, 3 de outubro de 2011



Yo no pido una venganza,
no pido una revancha, por amor no pido nada,
no pido una tormenta, ni una luz ni una frazada,
para cubrir mi espalda,
yo no te pido nada, yo no te pido nada.

Yo no pido una chequera,
ni quiero tu comida, que siempre me alimenta,
no pido tu confianza, si sé que no la gano,
no quiero tus sermones, no quiero ni un regalo,
yo no te pido nada más,

que una risa, una caricia a tiempo,
papá que ya estoy viejo y al verme en el espejo,
no te veo.

Yo no pido una avalancha, que borre las heridas,
no pido tu regreso, no pido tu partida,
ni una luna, ni una estrella, que alumbre mi camino
yo no te pido nada, yo no te pido nada.

Yo no pido una guerrilla, que libere mis sueños,
no quiero dictaduras para borrar aquellos, si soñar es lo más bello, no pido tus canciones, ni tampoco tus versos,
yo no te pido nada más,

que una risa, una caricia a tiempo,
papá que ya estoy viejo y al verme en el espejo,
no te veo.

Y aunque espero, y es difícil
sé que nada es imposible para empezar.
Tanto tiempo, sin tu abrazo
y en tu corazón hay llanto, escúchame, más…

que una risa, una caricia a tiempo,
papá que ya estoy viejo y al verme en el espejo,
no te veo…

más que una risa, una caricia a tiempo,
papá que ya estoy viejo y al verme en el espejo,
te estoy viendo.

Diego Kuropatwa.

Nenhum comentário:

Postar um comentário